En la última década, la producción total de cine y televisión en Los Ángeles se ha desplomado casi un 40 %, según datos de la oficina oficial de cine de la región. Tanto las grandes superproducciones como las películas independientes experimentales han huido a otros estados y países, en busca de mano de obra más barata e incentivos fiscales más atractivos, debido a los recortes de los estudios y al aumento de los costos.
Quien lo graficó a la perfección fue el director colombiano Simón Brand: «No hay rodajes porque no hay incentivos fiscales y los precios en California están por las nubes. Por lo que pago por un día de rodaje en Los Ángeles puedo rodar tres o cuatro en Colombia. Que a nadie le extrañe que cada vez haya menos trabajo en Hollywood», señaló en una entrevista con el matutino español El Mundo.
Los días de rodajes autorizados para distintas producciones en la segunda ciudad del país pasó de 36.792 en 2022 a los 23.480 de 2024, un declive del 36%, según datos de FilmLA, la oficina gubernamental que regula los rodajes en el condado de Los Ángeles.
Durante la época más dura de las sucesivas huelgas de trabajadores de Hollyrwood, miles de personas firmaron la petición de la campaña en la que se pedía a los legisladores que reformaran el programa de incentivos fiscales del estado y a los estudios que se comprometieran a aumentar la producción en Los Ángeles durante los próximos tres años. Argumentaban que hacerlo sería una parte crucial de la recuperación tras el desastre.
Incluso, en un reciente informe publicado por The Washington Post señalan que contrariamente a la glamorosa reputación de Hollywood, la mayoría de los que trabajan en el sector pertenecen, en el mejor de los casos, a la clase media. La prolongada recesión ha empujado a muchos trabajadores a situaciones cada vez más desesperadas. Con los ahorros agotados durante la pandemia y las ralentizaciones por huelgas, han recurrido a trabajos a tiempo parcial en restaurantes y tiendas. Algunos viven al día. Otros han perdido el seguro médico. Otros se han mudado.
Lo cierto es que ante la atractiva propuesta global para rodar en diferentes latitudes con muchos incentivos de todo tipo, Los Ángeles pierde terreno y, lo que es peor, no parece que vaya a recuperarlo de no realizar un verdadero cambio copernicano.