El cine argentino es de las actividades audiovisuales más premiadas del continente. Una bandera de promoción cultural que compite con calidad generando grandes ingresos e innumerables premios en festivales de todo el mundo enfrentando a películas de países con fuertes políticas de promoción audiovisual.
Para la actividad audiovisual, la promoción no es un subsidio, si no una fuente de financiamiento que la actividad industrial audiovisual necesita para su desarrollo y que devuelve con creces por diferentes vías.
En disonancia con lo que sucede en el mundo, esta semana se conoció en Argentina, la Resolución 16/24, por medio de la cual se anunció la drástica reducción de los recursos que administra el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), destinados al desarrollo de la actividad audiovisual del país.
Esos recortes afectan, entre otras cosas, a todo apoyo económico destinado a las provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para promover festivales y producciones en todo el país.
Sin embargo, distritos que aparentemente acompañan las políticas nacionales, promueven la producción local buscando algún tipo de impacto económico en una rara percepción de que es posible el desarrollo local en contraste con el desmantelamiento productivo nacional.
Mientras las provincias y grandes centros urbanos proponen sistemas de promoción audiovisual, el gobierno nacional toma medidas que afectan y paralizan al sector.
Cabe preguntarse entonces si las políticas provinciales, de la Ciudad de Buenos Aires o de la Ciudad de Cordoba por poner un caso local, tendrán éxito o solo quedarán como un ardid de promoción de política local.
En esta nota Mercado Audiovisual propone cuatro ejemplos que analizan una situación a la que no se le suele prestar atención y que es interesante para pensar.
Uno de los distritos audiovisuales más pujantes del país es el de la Ciudad de Buenos Aires, creado por la ley 3876. Fue creado en el 2011, y tiene una extensión de 924 hectáreas y abarca los barrios porteños de Palermo, Chacarita, Villa Ortúzar, Paternal y Colegiales.
Tal como subraya la propia web del Distrito Audiovisual, este espacio forma parte de la política de Distritos Económicos, plan estratégico que busca, a través de incentivos fiscales, desarrollar distintas zonas de la Ciudad e impulsar industrias estratégicas.
La Ciudad tomó como política de Estado la promoción de la Industria Audiovisual, y es por eso, justamente, que estableció beneficios fiscales para fomentar la instalación de empresas de la industria audiovisual, entre los que se encuentran la exención al Impuesto sobre los Ingresos Brutos, el ABL, el Impuesto de Sellos en todo tipo de contrato audiovisual y de transacción de inmueble y el pago del derecho de delineación y construcción.
Sumado a esto, el gobierno porteño también decidió que las empresas del sector que se radiquen en los barrios porteños de San Telmo, Barracas y La Boca obtendrán beneficios fiscales a nivel local, hasta el año 2035.
Es tal la presencia del estado porteño en las políticas audiovisuales, que recientemente, en asociación con las principales plataformas de streaming, lanzó una convocatoria gratuita para desarrollar un programa dirigido a profesionales de las industrias audiovisual, editorial y musical de toda Iberoamérica y tiene como objetivo capacitar a ejecutivos de dichos sectores para perfeccionar su desempeño en las negociaciones con las plataformas de streaming.
Otra experiencia provincial exitosa es la de Mendoza, que, solo en 2023, promovió el rodaje de 17 películas, que eligieron esa provincia cuyana por los beneficios impositivos para el sector.
Uno de los elementos clave a la hora de explicar este modelo exitoso es el programa que se enmarca en la Ley Mendoza Audiovisual, que tiene como objetivo central posicionar a la provincia cuyana como centro de la industria del cine, televisión, publicidades, streaming y series. Como novedad, las productoras locales, nacionales e internacionales que filman en Mendoza deben contratar 65% de mano de obra e insumos locales.
Otro aspecto fundamental es la aplicación del Cash Rebate, que por medio del reintegro para obtener inversiones logró que en los rodajes se involucrasen productoras nacionales e internacionales.
En 2023, la inversión provincial superó los 1400 millones de pesos. La propuesta llevó a que en el último y exigente concurso se presentansen 47 proyectos.
La Ciudad de Córdoba es, a su vez, otro polo pujante de la producción audiovisual argentina. La capital de la provincia mediterránea desarrolla desde hace años un plan de promoción y un fondo de fomento, para sostener las industrias culturales y creativas, limpias y del conocimiento. Todo esto en pos de alentar la demanda de bienes y servicios de otros sectores de la economía, desarrollando emprendimientos productivos que lleguen a exportarse al mundo.
Recientemente, con motivo de la presentación de Recursos Humanos, película rodada íntegramente en Córdoba, el secretario de Comunicación y Cultura local, Mariano Almada, se jactó de que el apoyo al mercado audiovisual generó «más de 2 mil 200 millones de pesos de inversión privada que significan trabajos directos e indirectos de la industria audiovisual«.
Por último, ya en la provincia de Buenos Aires, uno de los ejemplos más elocuentes de políticas activas por Mar del Plata, que a través del Régimen Municipal de Incentivo y Protección de la Industria Audiovisual – PromoVer, aprobado por la Ordenanza #24.181.
La ciudad balnearia, que cada año es sede del prestigioso festival internacional de cine que se celebra desde hace casi 40 años, creó Mar del Plata Audiovisual para apoyar y fomentar, desde el estado local, la realización de producciones audiovisuales en la ciudad, y Mar del Plata SET, una ventanilla única para la tramitación de permisos de rodaje, de forma de simplificar este proceso a las productoras que decidan venir a rodar en nuestra ciudad.
En este sentido, al presentar Mar del Plata Set, en 2023,el intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro, dijo : “Es un mercado que no para de crecer y generar nuevos puestos de trabajo. Hoy el sector representa el 60% de las industrias culturales de Argentina y eso es algo que no podemos desconocer”.